Hoy se estrena El Maestro, película de Cristina Tamagnini y Julián Dabien protagonizada por Diego Velázquez, que aborda el drama de un maestro rural a raíz de la mirada que los otros construyen en torno a sus elecciones sexuales. Puede verse hoy y el sábado 16 a las 20 por Cine.Ar TV, y a partir del viernes 15 en la plataforma de Cine.Ar PLAY.

No encajar, ser diferente o sentirse la «oveja negra» en un determinado contexto es una experiencia que todos los seres humanos -más tarde o más temprano- atraviesan en algún momento de sus vidas. Las grandes ciudades pueden ser voraces en muchos aspectos, pero también se convierten en un escenario propicio para ocultar cualquier rasgo que marque la diferencia, confundiéndose entre las multitudes y mimetizándose con un entorno que tiende a homogeneizarlo todo.

En los pueblos pequeños esa chance se reduce considerablemente; la diferencia queda expuesta y en más de una ocasión su portador es señalado, rechazado y condenado socialmente. Este señalamiento es el que padece Natalio (Diego Velázquez), un maestro rural que vive con su madre (Georgina Parpagnoli) y se encuentra muy entusiasmado con la posibilidad de montar junto a sus alumnos una obra de teatro inspirada en El Principito. Cuando están por comenzar los ensayos, Natalio recibe el llamado de Juani (Ezequiel Tronconi), un amigo que está en apuros y necesita un lugar donde quedarse temporalmente.

La aparición de este personaje modifica sustancialmente la realidad del protagonista, pero no porque cambie algo en su fuero interno (de hecho, Natalio continúa con sus rutinas diarias sin mayores alteraciones). Lo que se altera con la llegada de Juan es la mirada de los otros hacia la vida privada del maestro. ¿Por qué pasa tanto tiempo con él? ¿Por qué se instala en su casa? ¿Por qué razón lo ayuda? ¿Por qué no se ocupa de su madre de la misma manera que antes? Estas parecen ser algunas de las preguntas que los vecinos formulan de manera implícita y en tono acusador.

Además del conflicto central, se plantea una trama paralela que tiene como principales personajes a Miguel (Valentín Mayor Borzone), alumno de Natalio; Susana (Ana Katz), madre del chico y empleada doméstica que trabaja en la casa del maestro; y Hugo (Danny Veleizán), novio de Susana, un hombre violento y fiel representante del sistema patriarcal que se siente amenazado por la influencia que Natalio podría ejercer en la educación de su hijastro.

Situar este relato en un pueblo pequeño es uno de los grandes aciertos porque el escenario configura el mundo acotado del protagonista: Natalio conoce a todos y todos lo conocen a él, pero lo que en un momento aparece como virtud puede convertirse en un escollo infranqueable a la hora de llevar una vida en libertad. Ante esa mirada inquisidora que reprime y obliga a adecuarse a los parámetros preestablecidos bajo amenaza de sanción, se hace patente que -como ha escrito Jean Paul Sartre en una de sus obras- «el infierno está en los otros», en esos ojos que reprueban un modo de ser que no se ajusta a la norma y habilitan procedimientos muy similares a los de la quema de brujas.

El rodaje se llevó a cabo en La Merced (Salta), aunque la historia está inspirada en la trayectoria de Eric Sattler, maestro de primaria de Cristina Tamagnini en Ucacha (Córdoba). El otro acierto es sin dudas la elección del elenco: intérpretes como Diego Velázquez, Ezequiel Tronconi y Ana Katz entregan actuaciones convincentes y encuentran sutileza para dar vida a sus personajes, sin convertirlos en pueblerinos toscos o gente amargada (como se presentan más de una vez ante una mirada ombliguista, demasiado enfocada en la sensibilidad porteña). El trabajo de Danny Veleizán y el joven Valentín Mayor Borzone también tienen esa honestidad que le permite al espectador involucrarse con los conflictos de la historia.

Velázquez compone a un maestro querible y creíble: al inicio del relato se exponen sus rutinas sencillas en el pueblo, sus vínculos con los vecinos y, sobre todo, su pasión por la enseñanza. Desde la perspectiva de Natalio, se la presenta como un acto mágico donde se pone en juego la humanidad del alumno y también la del maestro. En la información de prensa, los directores apuntan: «Siempre nos interesó la injerencia que tienen los maestros sobre sus alumnos, independientemente del contexto, y cómo son capaces de despertar o estimular ese germen de curiosidad, de realización en otras personas».

Sin spoilers alarmantes, puede decirse que lo que le ocurre al protagonista es sumamente injusto, tal como sucede en la vida cuando el orden y las normas sociales se imponen sobre los deseos humanos, al punto de aniquilarlos por completo. Natalio es víctima de la condena que surge a partir de la mirada de los otros, una construcción completamente arbitraria sobre su vida privada y sus elecciones sexuales; un juicio que va mucho más allá de su rol como docente al frente de un aula. La sensibilidad para contar este drama es lo que convierte a El Maestro en una interesantísima pieza del cine nacional. No se la pierdan.

FICHA TÉCNICA
GUIÓN: CRISTINA TAMAGNINI
DIRECCIÓN: CRISTINA TAMAGNINI – JULIAN DABIEN
PRODUCCIÓN: CASCHI CINE
PRODUCTORES: LALO MAMANI – CRISTINA TAMAGNINI 
JEFE DE PRODUCCIÓN: MARIANO SALAZAR
ASISTENTA DE DIRECCIÓN: DANIELA MARINARO MONTALBETTI
DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA: NICOLAS RICHAT
DIRECTORA DE ARTE: ANDREA BENITEZ
DIRECTOR DE SONIDO: RUFINO BASAVILBASO
VESTUARISTA: PAZ STAMBONI DAY
MAQUILLADOR: JUANI DÍAZ VELASCO
MONTAJE: MARTÍN MAINOLI
MÚSICA: PABLO SOLER

 

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